La historia de la humanidad reconoce distintos momentos que sintetizan su evolución. Están la Edad de Piedra, la Edad de Hierro y la Edad de Bronce, por citar algunas. El hombre moderno pertenece a la Era de los Polímeros, o lo que es igual, a la Era del Plástico.
Cada uno de los elementos que representaron avances potenciales, enfrentaron a su vez una batalla de adecuación coronada por la sustentabilidad que le otorgaron a la sociedad de su tiempo. El plástico sin lugar a dudas, desde las investigaciones de John Wesley Hyatt (descubridor del celuloide en 1863), se abrió camino entre todos los recursos y aprendió a fusionar en su esencia un toque de sustitución y eficacia capaz de lanzarlo como el producto moderno por excelencia.
Su facilidad para ser moldeado, resistencia y conservación, aunado al bajo costo con que es producido, incrementó de manera pronta su nivel de demanda. Y fue ahí cuando, un bien general, se convirtió en una de nuestras mayores amenazas.
Tan sólo en México, al año se genera un promedio de 300 millones de toneladas de plástico. De esta cantidad, el 15% llega al proceso de reciclaje, únicamente el 15%. El resto flota en nuestros océanos, inunda sus profundidades o abastece las calles y los basureros del país.
Así, apenas un siglo después de su descubrimiento, el plástico se convirtió en sinónimo de contaminación, partidario involuntario del incremento de la temperatura en los mares y el deshielo de los polos. Sin embargo, esta penosa realidad no disminuye el potencial del recurso, sino todo lo contrario.
En ECOPLÁSTICO AMBIENTAL buscamos combatir el problema de forma proactiva, atendiendo de manera paralela una de las necesidades más básicas de los seres humanos: el lugar que habitamos y los utensilios que nos dan seguridad y armonía. Nuestra empresa, consciente de que éste es el momento de acción, el instante de ayudarle a nuestro planeta para que siga siendo un lugar de condiciones óptimas en los términos que lo conocemos, decidió enfocar su potencial a la construcción de viviendas cuyo elemento principal es el plástico reciclado.
Otras de las aplicaciones más sobresalientes que hemos conseguido, son la elaboración de cercas, duelas, pérgolas, postes, escaleras, bandejas para blockeras, rejillas, tarimas, placas de tren, sanitarios, mesas y bancas.
La producción se vale de energía solar para la transformación del poliestireno, polietileno, cloruro de polivinilo, poliamidas, PET y más. En consecuencia, al usar energía limpia, minimizamos las emisiones contaminantes y promovemos la mitigación de gases efecto invernadero.
Dentro de esta lucha por encontrarle un sitio adecuado al plástico que ya existe, defendemos también la integridad de otros ecosistemas. Gracias a esta implementación, el agua, los bosques y una cantidad importante de flora y fauna, continúan en su entorno sin la modernidad violentando sus límites.
La economía de la nación es otra pieza en la cadena de beneficios, ya que la fabricación sucede en menor tiempo y a un costo inferior. Nuestras aplicaciones cumplen con los reglamentos y la normatividad de seguridad, soportan sismos sin afectar su estructura gracias a un sistema innovador de edificación y ensamble; tampoco absorben humedad debido a las propiedades de los polímeros que integran el plástico y su mantenimiento, en los 200 años promedio de durabilidad, es mínimo.
En ECOPLÁSTICO AMBIENTAL creamos artículos estéticos, ecológicos, sustentables e innovadores.
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